¿Cuántas veces has dicho que sí a algo por compromiso? ¿Cuántas de esas veces has sentido que estabas perdiendo el tiempo? Constantemente tomamos decisiones en favor del bienestar de otros, que terminan impidiendo que podamos ocupar nuestros días con las acciones que realmente nos hacen felices. Aprende a decir que no.
Cuando dices sí a algo, dices no a otras muchas cosas
¿Te has parado a pensar esto? Quizá hasta ahora no has sido muy consciente, pero en cada decisión que tomamos, tenemos que elegir un camino y desechar el resto. Esto en muchas ocasiones nos lleva a perder oportunidades o momentos de satisfacción personal por el simple hecho de elegir sin tener en cuenta nuestra propia opinión.
Puede que no sea todo blanco o negro, pero deberíamos reflexionar más a menudo sobre esas pequeñas decisiones casi diarias. Al final, corremos el riesgo de decir sí a demasiadas cosas que impidan seguir nuestro camino.
“Las personas son cuidadosas con su propiedad personal y, sin embargo, derrochan su tiempo con facilidad, precisamente con lo deberían ser más avariciosos”
Séneca
¿Es tu vida o la de otros?
No será siempre, pero muchas veces estas decisiones estarán relacionadas con hacer algo que le interesa a otra persona diferente a ti. Si dices que sí, piensa: ¿realmente lo haces por ti o estás diciendo que sí a los gustos de esa persona? Vigila no estar cumpliendo los deseos de alguien que no eres tú.
Siempre es genial poder hacer algo bueno por los demás y compartir momentos que sean especiales para ellos, pero no deberíamos gastar toda nuestra vida empujando las ilusiones de los demás mientras guardamos las nuestras en un cajón.
¿No te apetece ir a la boda del amigo de tu pareja? NO vayas.
¿No te apetece salir de fiesta con unos amigos? NO salgas con ellos.
¿No quieres estudiar esa carrera que le parece tan buena a tu familia? NO la estudies.
No digas que sí a todo o tendrás que decir no a tu propia vida.
No es ser maleducad@, es conocer tus prioridades
Muchas veces confundimos responder de manera negativa con ser maleducados. Debemos apartarnos de una vez de esta concepción que solo nos limita y nos obliga a actuar de un modo que no queremos.
¿Te da miedo decir que no al alguien por miedo a que se lo tome mal? Quizá te da más miedo pensar que tu vida se acaba y estás perdiendo constantemente oportunidades de hacer lo que realmente quieres por este tipo de decisiones.
Hablando nos entendemos todos, así que no tengas miedo de decir que no a alguien. Sé honesto con tus gustos y prioridades. Y si alguien se enfada, siempre será mejor que tener que enfadarte contigo mismo por no ser fiel a tu esencia.
“Cuántos han robado parte de tu vida cuando no eras consciente de lo que perdías. Cuánto has desperdiciado en preocupaciones infundadas, deseos avariciosos y diversiones sociales. Y qué poco de tu tiempo se quedó para ti”.
Séneca
Estás vendiendo tu tiempo de vida a precio de rebajas
Si te preguntan por el precio de tu vida, seguro que pensarías en una cifra muy elevada o incluso puede que seas incapaz de calcular su valor. Entonces, ¿por qué regalas tu tiempo de vida tan fácilmente?
“Nadie valora el tiempo y lo gastamos de manera extravagante. Pero piensa en la reacción de esas mismas personas cuando el médico les dice que su muerte está cerca. Estarían dispuestos a dar todo lo que tienen por vivir un poco más”.
Séneca
Si supieras que te queda poco, seguro que no malgastarías tu tiempo regalándoselo a cualquier que te proponga algo que no te interesa.
Actúa en consecuencia. Di NO a todo aquello que realmente no quieres hacer. Fin.
Antes de despedirnos por hoy, desearte un muy feliz y provechoso día, y recordarte que si te ha gustado esta entrada, puedes suscribirte al podcast en Ivoox o en Spotify y compartirla con alguien cercano a quien pienses que le puede venir bien. ¡Gracias y hasta la próxima!
#TOCAVIVIR
*Los libros empleados y mencionados en las Meditaciones Diarias y posts de tocavivir.com puedes encontrarlos en el apartado «Libros» que encontrarás en el Menú Superior.
Gracias por recordarme que voy a morir,
se les quiere mucho.
¡Gracias Marylin!
El «Memento Mori» es gasolina para vivir y exprimir nuestros días con consciencia y virtud.