¿Quién no ha deseado alguna vez tener más o ser más para impresionar al resto? Olvida todo esto y trata de vivir a tu modo. Más no es mejor. El ego no está de moda.
«El ego es una de las mayores armas que nos hacen caer. Es autodestructivo. Es un problema en todos los niveles. Incluso la gente normal puede sufrir grandes problemas por su ego»
Yehuda Berg
No elijas ser esclavo de los demás
Aquí hay pocas opciones. Si tratas de impresionar a los demás, vivirás siendo esclavo de la aprobación del resto. ¿Hay algo más triste que no ser dueños de nuestra propia vida?
Siento decirte que, en realidad, tu vida y tus acciones le importan bien poco a la gran mayoría de personas a las que quieres impresionar. Así que, mejor darse cuenta pronto.

Trata de impresionar y reconfortar a la persona que ves en el espejo cada mañana. Seguro que no te exige comportarte como un idiota a cambio de un aplauso barato.
Deja de actuar. La vida no es un maldito teatro.
Todos, absolutamente todos hemos fingido ser una persona que realmente no somos en algún momento de nuestras vidas (y seguro que volveremos a caer). ¿Piensas que tú no? Seguro que has actuado diferente en una entrevista de trabajo, al conocer a una persona que te gusta o al tratar de impresionar a tu grupo de iguales.
El problema es reiterar estas conductas en el tiempo y terminar enterrando a nuestro verdadero yo.
Piénsalo bien. Si tienes que fingir delante de un grupo de personas para demostrar algo, es que quizá no debas compartir tu vida con ellos. En el momento que te muestres tal y como eres, se acercarán personas similares con las que no debas fingir.

Deja de actuar. La vida no es un maldito teatro.
Hazte un favor: toma decisiones sin mirar a los demás.
Esto tenemos que aplicarlo en todas las pequeñas acciones que tomemos y, por supuesto, cuando se trate de decisiones que marquen nuestra vida, más aún.
A la hora de elegir, olvídate de mirar hacia fuera y mira hacia dentro. Sólo así podrás decidir basándote en lo que realmente te hará feliz, independientemente de lo que piensen lo demás. No vives para ellos.
Está bien tener en cuenta lo que nos diga la gente que nos rodea, sobre todo si son personas que nos quieren. Pero hay una premisa clara: la opinión de los demás te debe importar una mierda (con todo el respeto del mundo por supuesto).
¿Te pones objetivos para mejorar tu salud y tu bienestar general?
Esto ya lo hemos hablado en otras ocasiones, pero nunca está de más recordarlo. No está nada mal plantearse metas profesionales y monetarias, pero no olvidemos que no son las únicas.
No debemos dejar a un lado nuestras necesidades como humanos. Y es que casi ninguna de estas necesidades van de la mano con las metas típicas de la sociedad “exitosa”. Si cada año que pasa sientes que estás más cerca de lograr esos objetivos profesionales y, sin embargo, te notas más lejos de ser plenamente feliz contigo mism@, deberías echarle un ojo a esto: HAZ CLICK.
Cometemos errores. Pide perdón, es gratis y reconforta.
Uff, pedir perdón, esto sí que es una china en el zapato para el ego. Se nos da muy mal reconocer nuestros errores y pedir perdón, mucho más.
En una sociedad en la que prima ser el mejor de cara a la galería, parece que reconocer los errores nos hace perder autoridad con nuestros iguales. Asúmelo, no eres mejor que nadie, así que te puedes permitir pedir perdón.
Por culpa del ego se pierden relaciones y momentos que podrían ser increíbles. Así que no seamos cazurros, que la vida va de disfrutar. Además, ¡qué a gusto se queda uno cuando suelta ese lastre!
Así que recuerda…
#TOCAVIVIR
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