Cualquier arquero o francotirador, por bueno que sea, necesita una diana, un blanco al que tirar para poder demostrar su valía.
Lo mismo ocurre para contigo en tu vida. Necesitas un propósito, una dirección a la que dirigir tus pasos, una palanca que impulse tu talento mediante la toma de acción, o como Viktor Frankl, superviviente a los campos de concentración nazi nos dice en su libro;
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Éste no tiene que ser grande ni extraordinario, es más, en la mayoría de los casos suele ser algo muy mundano o cotidiano; dar una buena educación a los hijos, aprender o masterizar una habilidad, pasar un examen o conseguir una plaza en el trabajo soñado, materializar por fin tu proyecto, vencer una enfermedad o acompañar a alguien querido hasta conseguirlo,…
Como nos recordaba Séneca;
“El que ignora a qué puerto se dirige no tiene ningún viento favorable.”
Si aún no conoces el tuyo, no te agobies, pues la mayoría de personas hemos o vamos a pasar por ahí en algún momento, sino en varios, ya que este sentido varía con el tiempo, a medida que nuestras circunstancias cambian y nosotros evolucionamos como personas.
¿Cómo encontrarlo?
La mejor manera de hacerlo es poniéndose en marcha cuanto antes. Dar pasos, sin importar demasiado hacia dónde. Y será haciendo camino cuando descubras hacia dónde te quieres dirigir realmente.
En ocasiones, en muchas ocasiones, esta incertidumbre sobre el no saber qué hacer o hacia dónde ir, nos adentra progresiva y sutilmente en un pozo en el que miremos hacia donde miremos la oscuridad es la única compañía, y del que parece muy difícil salir.
Quiero presentarte a la mejor escalera para ayudarnos a escapar. Se llama ACCIÓN.
Pues como dicen los sabios;
“El opuesto de la felicidad no es la tristeza, sino el aburrimiento.»
Y nos podrán pillar muchas cosas, pero desde luego, el aburrimiento no será una de ellas.
Así que subamos a nuestro barco, soltemos amarras, icemos velas y ¡dejemos que los vientos de la mejor actitud nos propulsen a buen puerto! Sea el que sea, pues cuando la tripulación está formada por ganas, buen espíritu, disciplina y voluntad, la nueva tierra a descubrir solo puede guardar cuantiosos tesoros y riquezas.
Si te ha gustado este tema te recomendamos la lectura de la Meditación Diaria XXXV: “¿Sabes a dónde te diriges?” y la Meditación Diaria LVIII: “Como si fuera la última onza.”
Antes de despedirnos por hoy, desearte un muy feliz y provechoso día, y recordarte que si te ha gustado esta meditación diaria, puedes suscribirte al podcast en Ivoox o en Spotify y compartirla con alguien cercano a quien pienses que le puede venir bien. ¡Gracias y hasta mañana!
#TOCAVIVIR
Libro empleado
La meditación de hoy está inspirada en la carta LXXI del libro «Cartas a Lucilio».
*Los libros empleados y mencionados en las Meditaciones Diarias y posts de tocavivir.com puedes encontrarlos en el apartado «Libros» que encontrarás en el Menú Superior.