¿Alguna vez te has preguntado por qué nos cuesta tanto querer, cuidar y mantener algo para siempre?
¿Por qué a pesar de ser conscientes de que la riqueza no consiste en poseer y acumular bienes materiales, sino en contentarse con lo que tenemos y cultivar los verdaderos bienes; aquellos que no se pueden tocar y se encuentran en nuestras profundidades; por qué a pesar de ser conocedores de esta verdad continuamente nuestra mente divaga deseando e imaginando cosas hipotéticamente mejores que una vez estén en nuestro dominio; en ese momento y sólo en ese momento seremos felices?
¿Por qué se lo permitimos?
Puedes suscribirte al podcast aquí
Si tuvieras un animal en casa que no parara de molestarte, que te impidiera llevar una vida tranquila y que no te hiciera caso alguno… ¿acaso no tratarías de domesticarlo por tu cuenta o de contratar a algún especialista para que lo hiciera?
¿Y por qué no hacemos lo mismo con nuestra mente y nuestro espíritu? ¿Acaso tu bienestar depende en mayor medida de algo ajeno a esto? ¿o depende más bien de cómo percibes, interpretas y gestionas todo lo que te ocurre?
Si alguien accediera a tu cuenta bancaria sin tu permiso y te quitara el dinero que le apeteciera cada día… ¿le dejarías y te quedarías de brazos cruzados?
No, ¿verdad? .
¿Y entonces por qué permites que tu mente te robe la vida, tu bienestar y tu paz provocando pensamientos y sensaciones en ti que no te son favorables?
A menudo fluctuamos entre varias ideas y propósitos. Continuamente deseamos lo que no tenemos, y destinamos a ello energía y atención que en su lugar; deberíamos depositar en nuestro banco de disciplina y constancia.
Para finalizar la meditación de hoy, vamos a recordar 3 citas de meditaciones anteriores; cuyas enseñanzas debemos tener presente a diario para trabajar y aumentar nuestra templanza y autocontrol, y así poder domar algún día al caballo indómito que campa a sus anchas en los prados de nuestra mente.
Naval Ravikant
Séneca (3-65 dC)
William Ernest Henley: Poema “Invictus”.
Si te ha gustado este tema te recomendamos la lectura de la Meditación XX: «Escápate y que no te pillen tus deseos» y la Meditación Diaria XXXVI: “Soy el amo de mi destino, soy el capitán de mi alma.”
Antes de despedirnos por hoy, desearte un muy feliz y provechoso día, y recordarte que si te ha gustado esta meditación diaria, puedes suscribirte al podcast y compartirla con alguien cercano a quien pienses que le puede venir bien. ¡Gracias y hasta mañana!
#TOCAVIVIR
Libro empleado
La meditación de hoy está inspirada en la Carta LII del libro «Cartas a Lucilio» titulada; “De la elección del maestro”.
*Los libros empleados y mencionados en las Meditaciones Diarias y posts de tocavivir.com puedes encontrarlos en el apartado «Libros» que encontrarás en el Menú Superior.