¿Qué porcentaje de todo lo que oyes en tu día a día son quejas o preocupaciones? ¿Qué porcentaje de todo lo que PIENSAS y dices lo son también?
Si perteneces a la especie humana, es muy posible que esto te ocurra a diario demasiadas veces, al menos, más de las deseables.
¿Por qué nos pasa esto? ¿Y qué necesidad tenemos de preocuparnos o llamar a los males antes de que ocurran?
Es muy posible que la mayoría de tus preocupaciones nunca lleguen a tener lugar, y de ser así, ya vendrán con bastante prisa para que las tengas que padecer.
Epicteto (50-135 dC) en el Arte de ser libre
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Llamar a los problemas antes de tiempo y desperdiciar el momento presente por miedo a lo que pueda pasar en el futuro, no merece la pena de ninguna de las maneras.
Es de necios hacernos desgraciados porque sí, por meras conjeturas de lo que posiblemente no ocurra jamás.
Disfrutemos de la ausencia de desgracias, porque sin duda, estas acabarán apareciendo, y ya tendremos tiempo de ocuparnos de ellas cuando toque.
Como aconsejaban lo sabios estoicos;
Al hacerlo, comprobarás que esos problemas imaginarios no serían tan graves, e incluso, observándolos desde la perspectiva adecuada, te darás cuenta de que hasta podrías crecer y desarrollarte al enfrentarte a esa situación.”
“Obstáculo; oportunidad de virtud.”
Séneca (3-65 dC) en Sobre la brevedad de la vida
En relación a los obstáculos como oportunidades de crecimiento, Joseba del Carmen, en su libro «El éxito es un juego«, que tienes comentado en el blog, nos propone que en nuestra vida diaria tratemos de identificar aquellas situaciones que nos incomodan, ya que éstas nos están señalando aquellas cosas que más debemos trabajar en nosotros mismos.
Tratemos de despojar a todos nuestros miedos y preocupaciones de rumores y conjeturas. Si nos paramos a analizarlos, nos daremos cuenta de que no hay nada terrible en ellos más que nuestro propio temor.
Un viejo amigo que hace tiempo que no veo, y el cual me enseñó más de lo que puede imaginar, me repetía muy a menudo;
«Debemos OCUPARNOS, no preocuparnos.»
Si nos paramos a pensarlo, lo peor que puede pasarnos es la muerte; última e inevitable etapa de nuestra vida, por la que todos nosotros pasaremos, y la cual no retrasará ninguna de nuestras preocupaciones.
Y esto es tan seguro como que cada vez que decidimos regalar una porción de nuestro preciado tiempo a estos miedos, estamos tirando a la basura una pequeña porción de vida.
¿Tan poco la apreciamos?
“Cada día avanzamos hacia la muerte poco a poco. Cada día morimos, pues cada día se quita una parte de la vida y a medida que crecemos va disminuyendo a cada paso.»
Séneca (3-65 dC)
El objetivo de tener presente a la muerte (ver Meditación VI: «¿Temes a la muerte? Memento Mori vs Carpe Diem»), no es que nos volvamos locos, nos pongamos a hacer locuras o que vivamos asustados. Ni siquiera, que vayamos más rápido o multipliquemos nuestra productividad. Todo lo contrario.
Ser conscientes y aceptar sin temor que la muerte llegará algún día y que cada día que pasa estamos más cerca de ella, nos sirve para apreciar y valorar más el presente, para poder saborearlo con más gusto y detenimiento cada día.
Cada una de las meditaciones y máximas que comentamos acerca de la vida y de la muerte, nos ayudan a fortalecer nuestra alma para soportar ambas, ya que toda persona debe ser aconsejada en estos aspectos para evitar amar u odiar en exceso a cualquiera de ellas.
“Me despertaré, me moriré; tendré hambre, me saciaré; tendré frío, tendré calor. No existe el fin de ninguna cosa, sino que en el mundo todas las cosas se encuentran entrelazadas, huyen y se persiguen. La noche empuja el día, el día a la noche; el verano deja paso al otoño, al otoño le apremia el invierno, el cual es detenido por la primavera. Así, todas las cosas pasan para volver.»
Séneca en Cartas a Lucilio
Si te ha gustado este tema te recomendamos la lectura del post de la Meditación Diaria XIV: «No te inquietes por el futuro» y la Meditación Diaria II: «Sobre vencer al estrés», uno de nuestros favoritos hasta ahora.
#TOCAVIVIR
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Libro empleado
La meditación de hoy está inspirada en la «Carta XXIV» del libro «Cartas a Lucilio», titulada; “Del desprecio a la muerte”.
*Todos los libros empleados y mencionados en las Meditaciones Diarias y posts de tocavivir.com puedes encontrarlos en el apartado «Libros» que encontrarás en el Menú Superior.