A menudo, sufrimos más por nuestra imaginación que por la realidad misma. Hazte un favor y no te sientas desgraciado antes de tiempo, ya que la mayoría de cosas que temes, no ocurrirán nunca (ver Meditación II: «Sobre vencer al estrés»).
«Ciertas cosas nos atormentan más de lo que deben; otras, antes de lo que deben; otras, atormentan sin que deban hacerlo en absoluto.»
Séneca (en Cartas a Lucilio)
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“Unos ríen entre latigazos; otros gimen por un puñetazo.»
Séneca (en Cartas a Lucilio)
Párate a pensar un momento; Estos daños… ¿Son producto de su propia fuerza o de nuestra debilidad?
Pregúntate a ti mismo: ¿acaso no me atormento sin motivo y me entristezco y mis males son inexistentes? ¿Cómo puedo saberlo?
Si tu cuerpo está libre, si está sano, si no existe dolor por alguna injusticia; veremos más tarde qué ocurrirá, pero hoy no tiene importancia.
Dirás; “El futuro llega”.
Ante todo, medita si hay pruebas seguras de que ese problema que te preocupa va a tener lugar; pues a menudo nos preocupamos por suposiciones y nos dejamos llevar demasiado por la opinión de los demás, sin comprobar que aquello que nos arrastra el temor sea cierto o evidente. En su lugar, nos entristecemos y nos damos por vencidos.
Cualquier cosa que llega falta de certeza se entrega a las conjeturas y al capricho de una imaginación dominada por el miedo. Preguntémonos:
«¿Ha de llegar alguna desgracia? De ser así; ¿de qué sirve preocuparse por ella si va a tener lugar igualmente?«
¡Cuántos acontecimientos llegaron sin haberlos esperado!¡Cuántos muchos ya esperados, jamás se nos presentaron! Incluso, si ha de llegar alguna desgracia, ¿de qué sirve preocuparnos por adelantado? Si tiene que ocurrir, ya te lamentarás cuando haya llegado.
¿Qué ganarás de esta manera? Lo más valioso; ¡El TIEMPO!
Quizá vendrá, quizá no vendrá. Mientras tanto, piensa cosas mejores.
Sé prudente. Rechaza el miedo con tu fortaleza de espíritu, y atempera el miedo con la esperanza. Póntelo fácil y cree lo que tú prefieras.
“La mayoría de los mortales, cuando ellos no tienen mal alguno, ni lo vislumbran siquiera en el futuro, se torturan y se inquietan. Tenemos lo dudoso como acierto y en seguida, la inquietud se convierte en miedo.»
Séneca (en Cartas a Lucilio)
Alguno puede decir; “¡quizás no ocurra!». Tú, en su lugar, di; “¿y qué si llega a ocurrir? Veremos quién de los dos vence”.
Recuerda que has nacido para desarrollar y embellecer tu don natural, objetivo único que persiguen estas enseñanzas.
“¿Qué hay más vergonzoso que siendo viejo empezar a vivir?»
Epicuro
#TOCAVIVIR
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Libro empleado
La meditación de hoy está inspirada en la «Carta XIII» del libro «Cartas a Lucilio», titulada; «Sobre cuál debe ser la fortaleza. No inquietarse por el futuro».
*Todos los libros empleados y mencionados en las Meditaciones Diarias y posts de tocavivir.com puedes encontrarlos en el apartado «Libros» que encontrarás en el Menú Superior.