Quizá por su nombre aún no te suena, pero si te digo que esta aldea posee una de las poblaciones más longevas y felices del mundo, imagino que querrás conocer su secreto, ¿verdad?
Los habitantes centenarios de Ogimi
Sonrientes, amables y llenos de vida a pesar de que todos pasan con creces los noventa años, algunos de ellos incluso los cien. Así son los habitantes de este pequeño rincón de Japón, que pertenece a una de las conocidas como «Zonas Azules», nombre que han recibido unos pocos lugares en el mundo donde habitan las personas más longevas.
Son muchos los científicos y medios que han pasado por allí para conocer sus costumbres, tratando de descifrar las claves de esa longevidad fuera de lo común. Lejos de esconderse, no paran de compartir cuáles creen que son los secretos que les han llevado a ser uno de los pueblos con mayor esperanza de vida de la historia.

Un pueblo lleno de valores humanos
En una sociedad cada vez más deshumanizada y alejada de unos principios lógicos, parece extraño que aún haya comunidades regidas por buenos valores.
El estandarte de los habitantes centenarios de Ogimi es mantener un vínculo humano muy estrecho entre todos los vecinos. No pueden entender la vida sin compartirla con todos sus iguales.
Cuentan cómo a diario asisten a reuniones de amigos donde bailan y cantan, se entretienen con juegos de mesa o simplemente charlan. Todos se preocupan por saber cómo se encuentra el resto de vecinos y se aseguran de que a nadie le falte absolutamente nada.
La naturaleza cobra el valor que merece
Valoran y respetan la naturaleza. Conocen la importancia de pasar tiempo en ella y así se lo hacen saber a las generaciones más jóvenes. Consideran que el ser humano sólo se puede desarrollar plenamente cuando interactúa con el medio natural.
Muchos de ellos comentan cómo pasan horas en el bosque y en la playa, cultivando sus huertos o yendo a observar animales. Además, la mayor parte de sus vidas laborales también han estado relacionadas de manera estrecha con la naturaleza.

Aquí nadie deja de moverse
Y por supuesto, no podía faltar la actividad física. Absolutamente todos, cumplen rigurosamente cada día con su dosis de movimiento. Conocen la importancia de mantenerse fuertes y ágiles para poder seguir disfrutando de todo aquello que les llena.
Además, a pesar de estar jubilados, llevan a cabo tareas para la comunidad. Siguen trabajando a diario y mantienen ese espíritu de productividad intacto.

Nos hemos olvidado de lo realmente importante
Leyendo sobre este pueblo, parece que todos tienen muy claras las claves de una vida plena, simple y feliz. Se siente cómo están realmente conectados con la esencia más pura del ser humano.
En cambio, viendo esto desde nuestra perspectiva, sólo podemos cuestionarnos todo nuestro contexto diario. ¿No os da la sensación de que llevamos una vida casi contraria a la suya? Quizá deberíamos hacer lo posible por parecernos un poquito más a ellos.
¿Quieres saber qué es lo que dicen algunos de sus habitantes?
Libro empleado
«Ikigai»: Los secretos de Japón para una vida larga y feliz
*Todos los libros empleados y mencionados en las Meditaciones Diarias y posts de tocavivir.com puedes encontrarlos en el apartado «Libros» que encontrarás en el Menú Superior.