Dejando a un lado cualquier tipo de ideología política, es imposible no sentir cómo cala en todos nosotros el mensaje de vida de “Pepe” Mujica, basado en sus duras experiencias. Una vida austera en cuanto a bienes materiales, pero sumamente rica en vivencias.
Quizá por eso he querido transcribir el mensaje que surge de una conversación que tuvo con un periodista acerca del sentido de la vida.
Te aconsejo que leas esto con atención y sin distracciones. Te hará reflexionar.
El mensaje de vida de José Mujica
Estuvimos muchos años en el calabozo. Más de 7 años sin leer un libro y tuvimos mucho tiempo para pensar. Y descubrimos esto: o logras ser feliz con poco y liviano de equipaje, porque la felicidad está dentro de ti, o no logras nada.
Esto no es una apología de la pobreza. Es una apología de la sobriedad. Hemos creado una sociedad de consumo y la economía tiene que crecer, inventamos una montaña de consumo superfluo. Hay que vivir comprando y tirando. Pero en realidad lo que estamos gastando es tiempo de vida. Porque cuando yo compro algo, o tú, no lo compras con plata, lo compras con el tiempo de vida que tuviste que gastar para ganar esa plata. Pero con esta diferencia: la única cosa que no se puede comprar es la vida. La vida se gasta y es miserable gastarla para perder libertad.
Si eres joven, tienes que saber esto: la vida se te escapa y se te va minuto a minuto. No puedes ir al supermercado a comprar vida. Lucha por vivirla y por darle contenido a la vida. La diferencia de la vida humana con el resto de vidas, es que le podemos dar una orientación a la misma. Puedes ser el autor del camino de tu propia vida. No eres como un vegetal que vives porque naciste. Después de haber nacido puedes dar un contenido o no, o puedes imaginar que tu vida te la compra el mercado.
Te pasas toda la vida pagando tarjetas, comprando cacharros y después, te das cuenta de que eres un viejo como yo, lleno de dolores y ¿qué hiciste en este mundo?
Pero si tuviste un sueño y peleaste por una esperanza, tal vez quede un pequeño aliento rodando en las colinas, en los mares, un pálido recuerdo que vale más que un monumento, que un libro, que un himno, que una poesía. La esperanza humana que se va perpetuando en las nuevas generaciones.
Compañeros, nada vale más que la vida, así que luchen por la felicidad. Y la felicidad no es más que darle contenido y rumbo a la vida. Para eso no hay receta, está acá en la consciencia.
Yo no estoy planteando volver a las cavernas o vivir bajo techos de paja. Lo que digo es que necesitamos dar la espalda al mundo del despilfarro, los gastos inútiles y de las casas impresionantes que necesitan media docenas de sirvientes ¿para qué? No se precisa. Se puede vivir con mucha más sobriedad y gastar los recursos que se tengan en cosas realmente necesarias para la sociedad.
Por eso, el hombre es el único capaz de destruirse a sí mismo. Ese es el dilema que tenemos por delante. Al final, terminas aprendiendo mucho más del dolor que de la bonanza. Y no quiere decir que recomiende el dolor, pero es posible caer y volverse a levantar. Siempre merecerá la pena volver a empezar una y mil veces mientras uno esté vivo. Ese es el mensaje más grande de la vida. Se puede resumir en esto: derrotados son los que dejan de luchar. Dejar de luchar es dejar de soñar. Luchar, soñar y andar chocando con la realidad, ese es el sentido que tiene la existencia.
No se puede vivir cultivando el rencor ni se puede vivir dando vueltas a una columna. Los dolores que sufrí a lo largo de la vida no me los repara nadie. Hay que aprender a cargar con las cicatrices y la mochila, y seguir caminando hacia delante. La vida siempre es el porvenir, pensar en el mañana.
Sigo vivo por milagro y por encima de todas las cosas, amo la vida. Quisiera llegar al último viaje como quien llega a un mostrador y le pide al dueño del bar: sirva otra vuelta.
No tengo cuentas que cobrar.
Detente y reflexiona. Es tu vida la que está en juego
Independientemente del punto en el que te encuentres en tu vida, este mensaje te hará reflexionar sobre tu propio camino, tus valores y tus necesidades reales. Puedes interpretarlo de mil maneras diferentes, así que espero que, sea como sea, te haya servido de ayuda.
Para cada uno de nosotros, el sentido de la vida será diferente. Pero hay algo que quizá nos une a todos, y es la necesidad de percibir que realmente estamos exprimiendo nuestros días.
Quizá a todos nos venga bien tomar el mensaje del señor Mujica y alejarnos de aquello que nos hace invertir demasiado tiempo de nuestra vida a cambio de bienes que no necesitamos.
La vida es corta, no la malgastemos. Invierte vida con consciencia. Vive escaso de equipaje y rico en experiencias.
Antes de despedirnos por hoy, desearte un muy feliz y provechoso día, y recordarte que si te ha gustado esta entrada, puedes suscribirte al podcast en Ivoox o en Spotify y compartirla con alguien cercano a quien pienses que le puede venir bien. ¡Gracias y hasta la próxima!
#TOCAVIVIR
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